Alfonso de Urbina Arróspide

Iglesias hablará con Puigdemont y se reúne mañana con Urkullu en Vitoria (La Vanguardia)

Sánchez anuncia un «plan de empleo para Andalucía» en los PGE (Europapress)

Iglesias, el comunista (por propia definición, es su negocio y la igualdad la industria en la que trabaja como alto ejecutivo muy bien remunerado) obtiene el apoyo de sabinianos y negreros que representan la derecha más privilegiada y corrupta. Sánchez ofrece un “plan de empleo” para Andalucía, lo que significa con toda nitidez más dinero para el PSOE andaluz y su red clientelar de corrupción.

Es la síntesis perfecta del Régimen.

“Euskadi” (ese artefacto institucional que se inventó un racista enloquecido) y la Catalunya de los negreros, apoyan los presupuestos a cambio de seguir extrayendo recursos de los españoles, desde la impunidad de un sistema que les blinda y pone en sus manos las herramientas de explotación que garantizan la sumisión de los ciudadanos críticos con el racismo, es decir, de los españoles en sus territorios.

En Andalucía se trata de mantener el granero de la dependencia y de la corrupción repartida. Un buen plan de empleo en los PGE hará las veces de los ERE ahora desactivados. Evidentemente sólo creará empleo para los administradores del fraude.

El sanchismo es la nueva vuelta de tuerca del Régimen que asegura y profundiza el reparto establecido. El País Vasco y Cataluña se entregan a sus explotadores de toda la vida, a los que se garantiza que ninguna institución española intervendrá en sus territorios. La condena a los vascos y catalanes no sumisos con el nacionalismo ni genuflexos ante el racismo se hace firme. Andalucía queda como el granero de votos que siempre ha sido, dependiente y castrada de su extraordinario potencial.

El reparto de etiquetas se cierra, una “España” pobre administrada por socialistas y podemitas que se encargarán de que siga siéndolo, las Comunidades no españolas erigidas en la vanguardia del desarrollo y el conjunto del “Estado” sumiso y sometido a esa gran etiqueta que “Europa” coloca en los países del Sur para su mejor explotación y escarnio de sus ciudadanos.