HIPÓTESIS, CONSPIRACIÓN Y MIEDOS

Valentín González Gusi

Soleimani

Empecemos planteando una hipótesis sobre el asesinato del general iraní Qasem Soleimani por un dron norteamericano, simplemente como base para generar una reflexión concreta; nada complicada, muy sencilla de entender. Si una hipótesis idéntica o similar ha sido planteada por alguien en algún medio informativo alternativo es algo que desconozco, si bien lo lógico es que sí lo haya sido y en más de una ocasión. Con esto quiero decir que ha nacido de mí sin influencia externa. En todo caso, y dado que yo no tengo constancia de la existencia tales planteamientos, le otorgo un 5 o 6 % de posibilidades de certeza.

Mi hipótesis afirma que el general fue asesinado en acción conjunta de los gobiernos iraní y norteamericano. Un pilar de apoyo para este razonamiento podría encontrarlo al abrir la posibilidad a la existencia de luchas intestinas y guerra sucia en el seno del estado persa; supongamos que Soleimani era un general con ambiciones de generalísimo y que los ayatolás se encontraban preocupados al respecto. Otro fundamento sería el hecho de que la respuesta iraní, con decenas de misiles lanzados contra bases norteamericanas en Iraq, no causara bajas militares ni civiles estadounidenses ni iraquíes. Si la administración Trump sabía de la respuesta que iba a llegar y vació las bases objetivo de los misiles persas con tanta precisión como puntería tuvieron los cohetes (la mayoría impactaron sobre las infraestructuras militares americanas), bien podría deberse a un aviso por parte de Teherán de la operación en ciernes. En mi especulación, lógicamente, el contacto persa-estadounidense se fundamenta en dicha cooperación secreta y no en una demostración de fuerza iraní a modo de advertencia sobre su capacidad militar.

conspiracy1Hasta aquí mi planteamiento discordante con la oficialidad; recordemos que no solo no tengo certeza alguna sobre mi hipótesis, sino que le otorgo muy pocas posibilidades de ser cierta, dado que carezco de evidencias más allá de la lógica especulativa. Este modelo busca tan solo preparar el terreno para disertar sobre algo mucho más amplio que la teorización sobre las causas de aquella crisis; busca confrontarnos con nuestra cognición, con nuestro grado de permeabilidad e influenciabilidad dependiendo de quién sea nuestro informante.

Sentadas las bases para la breve reflexión, disparo una serie de preguntas, dando por supuesto que yo me sitúo igualmente en el lugar de los interpelados: ¿Cómo influye en nosotros la procedencia, el sujeto o lugar de origen de cualquier planteamiento, hipótesis o teoría? ¿Prestamos más atención al planteamiento en sí, o a la malla tejida por el emisor en sus múltiples aseveraciones sobre distintas temáticas asumiendo que vivimos en un continuum físico, energético y mental? Intentando neutralizar el hecho/hipótesis y buscando un encaje personal en el conjunto de hechos que integramos en un mismo espacio o plano, sigamos una escala ascendiente en cuanto al nivel o potencia del informador:

1 – La aseveración es mía (alguien cien por cien anónimo en el campo periodístico y de investigación).

2 – La aseveración proviene de informadores dudosos, con un elevadísimo porcentaje de absurdeces entre sus aseveraciones, pero que como es lógico, emitieron y emiten noticias y teorías ciertas que han sido o serán verificadas posteriormente.

3 – La aseveración es emitida por la oficialidad rampante: El País, El Confidencial, ABC, El Mundo, eldiario, Yahoo, TVE1, la Sexta, A3, T5…

new-york-city-atlas-statueRepitamos primera pregunta y continuemos inquiriendo: ¿en qué sentido influye la procedencia de los planteamientos? Sigamos: ¿es más potente el sentido probabilístico de verosimilitud que hayamos comprobado a toro pasado en función de dicha procedencia, o lo es la información en sí misma, la información concreta y sin integrar en un plano mayor? Por otra parte, ¿somos presa de algún tipo de miedo, por ejemplo, a ser comparados con iconos de la información o de la política, alternativos u oficiales, tales como Rafapal, Jl, Ignacio Escolar, Ferreras, Ana Rosa Q, Wyoming, Pedro J, Pedro Sánchez, Abascal, PIT y su consorte, etc.?, ¿nos encontramos impedidos para afirmar nuestra aceptación de determinadas hipótesis como desarrollos factibles de la realidad? Y si así es, el miedo a resultar díscolos, ¿en qué ámbito nos afecta?; ¿ante un grupo grande de personas con elementos desconocidos? ¿también en círculos más íntimos, familiares o de amistad cercana, sin injerencias desconocidas? ¿Sentimos temor ante las descalificaciones y vituperios que puedan verterse sobre nosotros tales como tarado, conspiranoico, crédulo, incrédulo, cuñao, oficialista, o los clásicos y ultra recurrentes fascista, machista, catalanófobo, homófobo, rancio, cavernícola, comunista, potencial violador, etc.?

Volviendo al principio, a mi hipótesis, recordando nuevamente que se trata de una herramienta que hace posible el pequeño y gran objetivo de este breve artículo, planteemos una última cuestión: ¿hacemos caso de nuestros conocimientos de historia, de las causas y cursos del devenir conocido al que hemos tenido acceso, incluyendo los rumores aceptados como muy posibles, a la hora de no negar categóricamente versiones que resultan díscolas en el momento presente? Veamos dos ejemplos que servirían, a falta de pruebas, de importantes apoyos a la hora de contemplar mi planteamiento como una posibilidad a tener en cuenta : 1 – se dice que Franco permitió el asesinato de Primo de Rivera a manos del Frente Popular por motivos de rivalidad interna dentro del bando Nacional; 2 – se dice que Stalin permitió que los alemanes aplastaran el alzamiento de Varsovia porque éste no era liderado por comunistas, mientras que parece un hecho probado que las tropas soviéticas frenaron su avance a pocos kilómetros de la capital polaca, permitiendo así que los nazis se deshicieran de la resistencia partisana a pesar de que, gracias a ello, iban a poder enfrentarse al ejército rojo ya sin enemigos de trincheras urbanas.

En definitiva, ¿qué nos guía a la hora de formarnos o de emitir (cosas distintas) una opinión sobre algo, mas allá de que ese algo pueda resultarnos tocante a nivel personal?
Corolario que, libre de temores y complejos, ronda la prepotencia y el enseñoreamiento: Soros, bien como persona física realmente influyente, bien como ejemplificación del poder económico transnacional que crea y destruye naciones, es una realidad. Las agendas de la ONU están para ser leídas e interpretadas en clave pasado-presente-futuro; si logramos hacerlo prescindiendo de banderas y colores políticos, comprenderemos mucho mejor lo que sucede a nuestro alrededor.

Soros

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