CHINA ES VECINA, II Arroz, sake y tabaco

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Daniel Aguilar

Desde JapónAhora que los medios de comunicación y las redes sociales escarban buscando libros y películas que “predijeran” esta nueva epidemia que nos asalta, me parece pertinente recordar que uno de los primeros relatos de ciencia ficción post-apocalíptica que se escribieron fue Sentoraru Chikyu shi kensetsu kiroku (Notas sobre la construcción de la Ciudad Central Terrestre) de Sanpei Hoshida y que cité en mi libro Pioneros de la ciencia ficción japonesa (2016). Su tema era el exterminio de la casi totalidad del país debido a un virus originado en Shanghai… Resulta cuanto menos curioso que ya desde aquella época China fuera el foco tanto en la ficción como en la vida real de todo tipo de mortíferos virus. Recuérdese que una década antes de esa historia, se extendió por todo el mundo la mal llamada “gripe española” que también parece haber tenido su origen en las mismas latitudes y que con anterioridad del coronavirus tuvimos el igualmente chino SARS.

En cualquier caso, quisiera articular el artículo de hoy en dos pilares, el acaparamiento de productos y el miedo a la muerte, comparando los comportamientos de la población en Europa con los de Japón. Hacia mediados de febrero, cuando aparecieron en Japón los primeros contagios y se produjo el penosamente gestionado incidente del crucero aislado en el puerto de Yokohama, una parte de la población (espoleada por las redes sociales) comenzó a acaparar productos como mascarillas y papel higiénico. En el primer caso resultó especialmente llamativo que las compras masivas las realizasen sobre todo ciudadanos chinos, en parte para enviarlas a sus familiares en la tierra natal, en parte para sí mismos y en parte… para revenderlas a precio de oro. Mientras que en Taiwan enseguida se diseñó un sistema para que las compras fueran nominales y se prohibiera la reventa, el resto del mundo no reaccionó. Así, al salir a la calle, buena parte de los japoneses carecían de mascarillas (incluyendo aquellos que las usan habitualmente por alergias), pero no se veía ciudadano chino alguno sin ella. El gobierno japonés se movilizó para incrementar la producción y… donar buena parte de ella a China en lugar de a sus perjudicados nacionales. Cuestión aparte es la efectividad de las mismas, en lo cual no entraré. En cuanto al absurdo acaparamiento de papel higiénico, me remito al genial articulista Ramón de España que nos recuerda que se puede sustituir perfectamente con la ducha y un poco de “mano izquierda”. Afortunadamente, en Japón esta psicosis va pasando, pero ahora se ha heredado en Europa.

SamuráiLa segunda cuestión es la actitud frente a la muerte. Al respecto resulta muy ilustrativo el texto del Hagakure, Breviario del samurai que podría citar entero pero que limito a dos frases, “las enfermedades se agravan debido a nuestros propios sentimientos”, y “debemos comenzar cada amanecer meditando tranquilamente, pensando en el último momento e imaginando las diferentes maneras de morir”. En cambio, si por algo se caracteriza el europeo actual es por su egoísmo y cobardía, convenientemente cultivados por los medios de masas que a diario promueven el “todos contra todos” y por eso vemos escenas de pánico y de arrasamiento de establecimientos que serían impensables en Japón o Taiwan, donde la población tiene una visión más fatalista de la vida y un mayor sentimiento de solidaridad.

harry earles freaks oz

Por lo que a mí respecta, a estas alturas no tengo miedo a la muerte propia, pero reconozco que sí me preocupa la posibilidad de perder a alguno de mis seres queridos. Y en cuanto a comprar productos de forma masiva, si tuviera que recomendar algo sería arroz, sake y, para el que fume, tabaco. Los dos primeros pueden ser sustituidos en occidente por legumbres y vino, sin problemas. Por cierto que hablando del tabaco y de la manipulación de las masas, si ahora se propagase la idea de que el tabaco produce inmunidad frente al coronavirus, veríamos fumando hasta a los bebés, como el Harry Earles de las películas de Tod Browning. Ah, de la lista de la compra masiva excluyo el agua (porque en un momento dado se puede tomar la del grifo), así como frutas y verduras, que consumo en gran cantidad, porque son perecederas. Y ojo que con lo del sake no me refiero a emborracharse, sino a poder disfrutar tranquilamente de una copa hasta el último momento porque, citando de nuevo el Hagakure, “sólo el fin de las cosas es importante”. En cuanto al disfrute, recuerdo con nostalgia el consejo que leí de joven en una puerta de los retretes universitarios sobre lo que se debe hacer si la violación es inminente (y que no reproduzco para no ser llevado a juicio).

No quisiera terminar sin una cita más, en este caso un diálogo de La máscara de la muerte roja (Mask of the Red Death, 1964) de Roger Corman, en el que le dicen al príncipe Próspero (Vincent Price): ¿Por qué tienes miedo a la muerte? Tu alma lleva muerta mucho tiempo.

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