Alfonso de Urbina Arróspide

Sánchez es un imbécil con decisión.
Perfecto para ponerlo de Presidente de los españoles.
Lo malo del asunto es que haya una cosa que ponga a esta gente, Zapatero todavía era más imbécil, como Presidente de los españoles y lo llamen democracia como si fueran los españoles los que han puesto al imbécil.
Y es un imbécil con ciertas habilidades como el instinto del psicópata para adaptarse a la circunstancia. En ese sentido debemos reconocer su valía.
