Frank G. Rubio
Z. La ciudad perdida
David Grann
Literatura Random House Barcelona 2017.
411 págs. 18.90 €
Percy Hampton Fawcett (1867-?) fue el último gran explorador victoriano a pesar de llevar a cabo sus más notables hazañas en el siglo XX; nació en Torquay (Gran Bretaña) en 1867, bajo el signo de Leo que corresponde a reyes y grandes dirigentes. Desapareció en 1925 en la jungla brasileña junto con su hijo Jack, un amigo de su hijo y un fetiche que le había regalado Sir Henry Rider Haggard (1856-1925), cuando partió a la búsqueda de un avatar de Eldorado: la ciudad de Z, que suponía sumergida hacía siglos, quizá milenios, en la densa vegetación de la jungla brasileña.

David Grann, redactor del The New Yorker, ha escrito un libro en el que se combinan de manera amena, mediante el uso inteligente de una trama dotada de un intenso aroma novelesco, la información cabal con el máximo disfrute. Todo comenzó en 1542 con la expedición iniciada por Francisco de Orellana (1511-1546) y Gonzalo Pizarro (1510-1548) que culminó con el descubrimiento del Amazonas, en una orgía de peripecias y superación de incesantes peligros muy del gusto de la época y de nuestros feroces ancestros; Fray Gaspar de Carvajal (1500-1584) dejó una ajustada relación de los eventos que permaneció olvidada en los archivos durante siglos. Militar, miembro destacado de la Royal Geographical Society (1830) y muy probablemente también espía, Percy Hampton Fawcett fue también seguidor de las enseñanzas teosóficas de Madame Blavatsky (1831-1891).
El libro no solo se ocupa de las vicisitudes biográficas en sentido estricto, y de los viajes realizados por el imperturbable Coronel, también introduce con rigor a los primeros exploradores de la zona. Puede que los mapas nada o poco tengan que ver con el territorio pero para mejor trazarlos se ha vertido sangre de modo generoso. Tras la desaparición de Fawcett se realizaron numerosas expediciones en su búsqueda, de las que da cuenta detallada el texto; el autor mismo se embarcó en una siguiendo los pasos de su biografiado; Grann hace hincapié también en los nuevos conocimientos arqueológicos realizados en esta zona del mundo, que han venido a refutar antiguas teorías que consideraban imposible hubiese podido asentarse en esta zona, por razones ecológicas, una civilización compleja. Especialmente interesantes son las referencias al antropólogo Michael J. Heckenberger. En el 2016 y tomando como base este mismo libro vio la luz la película La ciudad perdida de Zeta dirigida por el neoyorquino James Gray.