Frank G. Rubio
Lo primero y más importante. Queremos la supervivencia y la seguridad de Estados Unidos como una república independiente y soberana cuyo gobierno garantice los derechos naturales otorgados por Dios a sus ciudadanos y priorice su bienestar e intereses.

El documento que recoge la Estrategia Nacional de Seguridad de los Estados Unidos de América de 2025 tiene un interés especial para nosotros los españoles. Debemos leerlo pensando en qué medida nuestra problemática realidad actual se puede asimilar en determinado grado a los conceptos y situaciones que aquí se mencionan, teniendo en cuenta también las reglas generales bajo las cuales vivimos hoy, bajo la insolvencia y la corrupción de Pedro Sánchez y sus aliados, unida a las dañinas directrices aberrantes de corte ecológico, económico y migratorio de la mega burocracia de Bruselas. Estados Unidos está corrigiendo su rumbo político tras cerca de 40 años de graves errores de juicio, situaciones fallidas y fiascos.
Tras cuatro años de debilidad, extremismo y fracasos catastróficos mi administración ha actuado con urgencia y rapidez histórica para restaurar la fortaleza estadounidense, tanto en el país como en el extranjero, y traer paz y estabilidad a nuestro mundo. Ninguna administración en la historia ha logrado un cambio tan drástico en tan poco tiempo.
Se refiere a los cuatro años de la presidencia de Joe Biden, un presidente psicofísicamente, el corrector pretende colarme la palabra «metempsicosis», no capacitado que actuó en todo momento como muñeco de ventrílocuo del antiguo presidente Obama. Quizá el peor presidente de la postguerra, tras Jimmy Carter, al cual imitó y prolongó en numerosas cuestiones. Por ejemplo en el asunto de Irán.
El objetivo de la política exterior es la protección de los intereses nacionales fundamentales; ése es el único foco de esta estrategia.

Nuestras élites calcularon erróneamente la disposición de Estados Unidos a asumir de manera continuada cargas globales que el pueblo estadounidense no percibía relacionadas con el interés nacional. Sobrestimaron la capacidad de Estados Unidos para financiar, simultáneamente, un enorme estado de bienestar, regulador y administrativo, con un complejo militar, diplomático, de inteligencia y de ayuda exterior descomunal. Apostaron de forma equivocada y destructiva por el globalismo y el llamado «libre comercio», lo que debilitó a la clase media y la base industrial de las que dependen la preeminencia económica y militar estadounidense.
Y vincularon la política estadounidense a una red de instituciones internacionales, algunas de las cuales se ven impulsadas por un antiamericanismo manifiesto y muchas por un transnacionalismo que busca explícitamente disolver la soberanía individual de los estados. En resumen, nuestras élites no solo persiguieron un objetivo fundamentalmente indeseable e imposible, sino que al hacerlo socavaron los medios necesarios para alcanzarlo: el carácter de nuestra nación, sobre el cual se construyeron su poder, riqueza y decencia.
¿Se imaginan escuchar hablar tan alto y claro sobre las cosas a un dirigente político español o a nuestro cada día mas patente, intelectualmente insignificante, jefe del Estado?
Sobre una cuestión cada día más agravada por las decisiones y prácticas de nuestro gobierno que ha estado imitando la anterior administración americana todo el tiempo, el asunto de la inmigración ilimitada y problemática por la calidad humana de sus protagonistas…
Queremos el control total sobre nuestras fronteras, nuestro sistema migratorio y las redes de transporte a través de las cuales las personas entran a nuestro país, tanto legal como ilegalmente. Queremos un mundo donde la migración no sea simplemente «ordenada», sino donde los países soberanos colaboren para detener, en lugar de facilitar, los flujos de población desestabilizadores, y tengan control total sobre a quién admiten y a quién no.
Esta claridad no se encuentra hoy en el panorama político español más que en VOX. Ahora viene lo mejor, porque España esta embarcada en el proyecto más opuesto que pueda haber a lo que expone este documento y ahora os muestro:
Queremos la economía más fuerte, dinámica, innovadora y avanzada del mundo.
Queremos la base industrial más robusta del mundo. El poder nacional estadounidense depende de un sector industrial fuerte, capaz de satisfacer las demandas de producción tanto en tiempos de paz como de guerra. Esto requiere no solo capacidad de producción industrial directa para la defensa, sino también capacidad de producción relacionada con la defensa. Cultivar la fortaleza industrial estadounidense debe convertirse en la máxima prioridad de la política económica nacional.
Queremos el sector energético más robusto, productivo e innovador del mundo, capaz no solo de impulsar el crecimiento económico estadounidense, sino también de ser una de las principales industrias de exportación de Estados Unidos por derecho propio.
Pero como no sólo de pan vive el hombre, añade:
Finalmente, queremos la restauración y revitalización de la salud espiritual y cultural estadounidense, sin la cual la seguridad a largo plazo es imposible. Queremos una América que atesore sus glorias pasadas y a sus héroes, y que anhele una nueva era dorada. Queremos un pueblo orgulloso, feliz y optimista, convencido de que dejará un país a la próxima generación mejor de lo que lo encontró. Queremos una ciudadanía con empleo remunerado, sin nadie que se quede al margen, que se sienta satisfecha al saber que su trabajo es esencial para la prosperidad de nuestra nación y el bienestar de las personas y las familias. Esto no se puede lograr sin un número creciente de familias sólidas y tradicionales que críen hijos sanos.
No se puede hablar mas claro y mejor a millones de personas que han sido sumidas, España también, en los últimos 40 años en escenarios de decadencia económica, inseguridad publica y arbitrariedad sectaria en sus vidas cotidianas por la implementación de agendas ideológicas aberrantes.
Que un gobierno, más aun el de la nación más poderosa, considere hacer explícitas a millones de personas esta propuesta implica que algo de luz comienza a brillar en una situación mundial cada día más oscurecida y, por qué no decirlo, una situación que va adoptando en el día a día (más aun tras el COVID) perfiles cada vez más distópicos y monstruosos.
Como hemos superado ya las mil palabras, y la atención de la mayor parte de los lectores que acceden a significados en pantalla no supera muchas veces las 250, interrumpimos este artículo, pero prometemos que continuará.
