Centro de Estudios de la Estulticia Medioambiental

Felipe VI es un funcionario dependiente de Moncloa que ejerce de efecto placebo para que las derechas domesticadas se tranquilicen, «el Rey es garantía de unidad». La función real del Rey es precisamente garantizar la continuidad del proceso de desintegración de España, la renuncia a su soberanía y el mantenimiento «institucional» del control por parte de los grupos de poder estructurales de la corrupción de Estado. 

Los continuadores de las tramas que ocuparon la II República y la llevaron al desastre actúan ahora con la lección aprendida, un proceso amortiguado pero implacable que mantiene la Monarquía y la Bandera como engaño mientras se va destruyendo el tejido social, la autoestima de los españoles y la conciencia de ser.

Sánchez es la punta del iceberg de una montaña sumergida de putrefacción, toxicidad y expolio.