Centro de Estudios de la Estulticia Medioambiental

Una Constitución otorgada, a imagen caricaturesca de las constituciones de los países derrotados tras la II Guerra Mundial (De Gaulle cambió la francesa (otro país derrotado, éste por otro también derrotado) para acercarse algo a una democracia), un sistema de partidos cuyas cúpulas son elegidas por cooptación de los más serviles a sus amos, reparto de territorios de influencia en origen y fragmentación del cuerpo electoral sin representación política real, efectivamente, todo atado y bien atado pero no por Franco sino por aquellos que se repartieron en sus cuevas la riqueza y el poder de los españoles.
Todo lo demás es un mero desarrollo del planteamiento original. El progresivo envilecimiento de los medios de comunicación al servicio de la mentira y la propaganda, el desprestigio sistemático de la Historia, su ocultación y distorsión, el deterioro de la educación, el insulto constante a la autoestima de los españoles, el enaltecimiento delirante de naciones inventadas como mera forma de extorsión política, la compra de jueces convertidos en funcionarios de partidos, todo ello se inicia en el momento en el que se aprueba la Constitución del 78.
Y por supuesto el sistema de extracción alcanza su última sofisticación presentando la estafa como consecuencia de la voluntad de los estafados, los españoles tienen lo que han elegido, dicen, disfrutar de lo votado, dicen, cuándo jamás hemos podido elegir nuestro destino político, el voto en esta partitocracia se ha utilizado para lo que han decidido los señoritos con independencia de una voluntad popular cada vez más fragmentada.

El PP ahora es la Pata Tonta del Sanchismo pero siempre ha sido la otra Pata del Régimen, no ha habido escapatoria, la alternancia no representó nunca un cambio de rumbo sino un maquillaje temporal a los desmanes sistémicos.
Así que nada nuevo bajo el sol, Conde Pumpido no es más que un paso más del proceso degenerativo iniciado hace décadas y sostenido mediante la creación de un egregor ínfimo que va sustituyendo paulatinamente, sin descanso, sin retroceder, a la realidad histórica de España.
Y para tranquilizar a las masas que no pueden evitar un cierto desasosiego tenemos al Rey como garantía de la unidad, igualdad y libertad de los españoles y a Europa como instancia última que asegura la democracia y el progreso de España. Los amos del tinglado pueden estar satisfechos, la Estafa Perfecta.
(Aprendieron de la II República y en la ocasión surgida tras la muerte de Franco decidieron establecer un simulacro de Monarquía que cubriera con su manto la verdadera acción política de fragmentación y estafa.
Mantendrán la Monarquía porque resulta una forma de soma que tiene además la utilidad de poder ser atacada como aviso y amenaza.
No cabe duda de que el Rey acepta el juego).
