LO QUE ESTÁ EN JUEGO

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Frank G. Rubio

Es un dictador. Es un dictador en el sentido de que dirige un país comunista basado en una forma de gobierno totalmente distinta a la nuestra.

Joe Biden respondiendo a una pregunta realizada por un periodista con ocasión del encuentro con Xi en San Francisco hace unos días.

Con el significativo título: Así ha penetrado en España un agente desestabilizador mundial nos entrega Ángel Mas, en El Español, una muy interesante información sobre cuestiones económicas; información que daría cuenta de determinadas actitudes de nuestro gobierno con relación a muchas cosas. Entre otras su pronunciamiento en favor de “la causa palestina” en el contexto del reciente conflicto bélico abierto entre Israel y Hamas, iniciado por la injustificada y violenta agresión terrorista realizada por esta organización contra el único país civilizado de la zona. Conflicto que da comienzo el 7 de Octubre de 2023. Se mató, se violó, se torturó y secuestró a mansalva, fue algo por lo tanto muy similar a un pogrom. Todo en un ambiente festivo, con incorporación de chusma palestina de las cercanías.

El pronunciamiento idiosincrásico de Sánchez en la reciente visita que nuestro presidente ha realizado a Israel, a la contra del sentir y el actuar de la mayor parte de los países occidentales, ha cosechado el ridículo y el rechazo, constituyendo su visita un completo fracaso. Israel no acudirá a la cumbre sobre el Foro Unión del Mediterráneo convocada en Barcelona. La “alianza de civilizaciones” significa pues la destrucción de Israel. Incluso en un país como España, con una clase dirigente muy deteriorada, el narcisismo de nuestro presidente sólo es superado por su mala fe e ignorancia. Sintetizo directamente del artículo citado del que recomiendo su íntegra lectura:

“Las inversiones en España procedentes de Catar ascienden a 91.200 millones de euros hasta 2022. La mitad se concentran en el último lustro. Los datos son de DataInvex, el servicio de información sobre inversión extranjera elaborado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Conviene subrayar que las inversiones catarís son públicas y que el suyo es un capitalismo de Estado. Es decir, que sus decisiones de inversión las toma un fondo soberano que usa los recursos del petróleo para invertir globalmente. Ese fondo cuenta con 450.000 millones de euros en activos bajo gestión (de acuerdo con el SWF Institute). Así pues, un estado extranjero no democrático está tomando posiciones estratégicas en España, así como en otros países de la UE, dado que inversiones similares en sentido contrario serían imposibles porque no existe reciprocidad.

La política exterior de España, como la de muchas otras naciones, queda por tanto condicionada por estas inversiones. En realidad, eso es precisamente lo que se persigue. Catar posee en España el 25% de IAG (o sea, Iberia), el 19% de Colonial, el 8’7% de Iberdrola, el 5’5% de El Corte Inglés y el 4’9% de Prisa, propietaria de influyentes medios de comunicación como El País, Cinco Días, El HuffPost, la SER o As, además de la editorial Santillana. La entrada en Prisa se hizo a través de International Media Group, vehículo controlado por el príncipe Khalid Thani Abdullah Al Thani, miembro de la Familia Real del emirato.

¿Entendemos ahora mejor que los medios del grupo capitaneado por Joseph Oughourlian se hayan convertido en los portavoces en habla hispana del relato de Hamás en su guerra contra Israel?

Pedro Sánchez con el emir de Catar

Catar ha financiado «Gaza» con 1.500 millones de dólares. Sólo que el 80% de esa cantidad ha ido a parar a las cuentas de Hamás, de sus operativos y de sus empleados, según la Foundation for the Defence of Democracies.

Durante el pogromo del 7 de octubre en el que Hamás asesinó en territorio israelí a 1.400 personas, hiriendo a 4.000 y tomando a 240 como rehenes que fueron trasladadas a Gaza, el ministro de Exteriores catarí emitió un comunicado culpando a Israel de la masacre. Catar presta apoyo financiero a Hamás y a los Hermanos Musulmanes. Acoge en su capital a los líderes de la organización terrorista, con sus oficinas, desde hace once años y posee una poderosa arma de manipulación mediática: Al Jazeera, plataforma ideológica para los líderes de Hamás y fuente de incitación al odio y a la violencia contra Israel.

A pesar de todo esto, la proximidad de Catar (un país de 2’5 millones de habitantes) a las altas instancias europeas es cada vez mayor. Tan próxima que, a causa del llamado Qatargate, se está investigando ya la red de corrupción que Catar organizó en el Parlamento Europeo para influir en decisiones clave, y que a cualquier otro Estado le hubiese costado el ostracismo diplomático y comercial. Es sencillamente aberrante tratar a un patrocinador del terrorismo como a un estado aliado de la máxima confianza, por mucho que compre su protección en el ámbito internacional con estrechos lazos diplomáticos, financieros y militares. Es además un urgente deber moral y político sancionar ahora a cualesquiera entidades que asistan a Hamás. Y sí, incluimos aquí la presencia de Catar en España, donde sus turbios tentáculos no han dejado de crecer”.

Tras la formación del nuevo gobierno de Pedro Sánchez, donde se encuentran varios ministros comunistas, es preciso destacar la presencia de Sira Rego. Sigo la información expuesta en Vozpopuli:

“La actual ministra de Infancia y Juventud no consideró condenable el asesinato y tortura de tantos niños a manos del grupo yihadista Hamás. Rego, licenciada en Nutrición, pasó su infancia en Palestina, y ha dedicado la mayor parte de su vida a la política. En 2007 entró como concejal de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid, y en 2015 ascendió a teniente de alcalde del Consistorio.

Sira Rego

Una de las declaraciones más polémicas que se le recuerdan tuvo lugar en 2019, justo antes de ser elegida eurodiputada para el Parlamento, fue una defensa acérrima de Lenin, líder de la Revolución Rusa de 1917. «Decir que Lenin es un genocida, además de evidentemente de expresar que usted es una persona de extrema derecha, lo que expresa es que usted ha leído muy poco de historia universal, en general. Yo le voy a recomendar para que aclare su concepto acerca de Lenin es que se lea ‘Diez días que estremecieron al mundo’, de John Reed, en el que se da una prolija crónica de los días de la Revolución Rusa (de 1917). Parece que ustedes no saben lo que es esto. Entiendo que por su marco ideológico es imposible que lo entiendan».

Otra indocumentada fanática, pues, procedente del albañal de IU, cuya fidelidad estará garantizada por los altos sueldos que los políticos depredan del pueblo español en nuestra seudo democracia.

Continuando con la conexión pro palestina en los países occidentales y la identidad de sus patrocinadores hay que destacar un artículo publicado en The Free Press del que adjuntamos algunos fragmentos. 

“Las protestas propalestinas del último mes en Estados Unidos, en las que decenas de miles de personas han coreado el fin de Israel, no son una historia de rabia popular espontánea. Están en gran medida financiadas por un empresario tecnológico de origen estadounidense con una fortuna desorbitada: Neville Roy Singham, y su esposa Jodie Evans. Desde 2017, Singham ha sido el principal patrocinador financiero de The People’s Forum, que ha coorganizado al menos cuatro protestas después que Hamás masacrase a 1.400 israelíes inocentes el 7 de octubre. Una de las concentraciones, en Times Square, tuvo lugar el 8 de octubre, antes incluso que Israel hubiera contado sus muertos.

La riqueza de Singham procede de Thoughtworks, una empresa consultora de software lanzada en 1993 en Chicago y que vendió en agosto de 2017 a la firma de capital riesgo Apax Partners por 785 millones de dólares. Ese mismo año se fundó The People’s Forum, que se instaló en la planta baja de un edificio de varios pisos en la calle 37, a pocas manzanas de Times Square; Evans se convirtió en uno de los tres miembros de su consejo. En 2021 la organización contaba con 13 empleados y más de 13,6 millones de dólares en activos totales.

Singham y Xi

«Decidí que a mi edad y privilegio extremo, lo mejor que podía hacer era regalar la mayor parte de mi dinero en vida», dijo Singham, ahora de 69 años, en una declaración realizada después de vender su compañía, según una investigación del New York Times en agosto. Pero Singham es algo más que un marxista con los bolsillos llenos. También es un simpatizante de China que vive en Shanghai y tiene estrechos vínculos con al menos cuatro espacios dedicados a la generación de propaganda para impulsar la imagen del Partido Comunista Chino en el extranjero, informó el Times.

Estos intereses mediáticos chinos están ayudando a sembrar la discordia en Estados Unidos, según declaró a The Free Press Mike Gallagher, representante republicano de Wisconsin, que preside el United States House Select Committee on Strategic Competition between the United States and the Chinese Communist Party:

El Partido Comunista Chino utiliza herramientas como los Institutos Confucio en los campus universitarios, el adictivo algoritmo de TikTok y organizaciones como las que financia Singham para dividir y debilitar a Estados Unidos.

Volviendo a Shingam:

 “Aunque se hizo fabulosamente rico, nunca abandonó su política radical. En un perfil publicado en 2008 en Fortune, Singham afirmó que la Venezuela del populista de izquierdas Hugo Chávez era un «lugar fenomenalmente democrático» y que las políticas económicas de China deberían servir de modelo para las economías capitalistas. «China está enseñando a Occidente que el mundo está mejor con un sistema dual con ajustes de libre mercado y planificación a largo plazo».

Tras examinar documentos de dominio público, The Free Press rastreó el dinero de Singham, relacionado con The People’s Forum,  a través de un fondo gestionado por Goldman Sachs, que cuenta con una rama filantrópica que permite a clientes adinerados hacer grandes donaciones a causas sin ánimo de lucro. El fondo, que opera por separado del banco, también sirve para ayudar a los donantes a ocultar su identidad”.

Resumiendo: son terceros países y plutócratas los que mantienen encendidos, en la mayor parte de los casos, conflictos que la prensa trata de presentar ante los ciudadanos como enfrentamientos nítidos entre el bien y el mal. Los intereses económicos corporativos y la geopolítica están detrás de esos conceptos generosos y humanistas con los que se nos quiere hacer comulgar, velando la realidad, para que nos confabulemos en muchas ocasiones, como es aquí y ahora en el conflicto entre Israel y Hamas, con las peores injusticias.  Los debates sobre la polarización ideológica pueden resultar reconfortantes, implican que la política es una batalla honesta de ideas y no una competición amoral entre coaliciones de grupos de presión transitorios movidos por intereses materiales.

Las actividades agresivas del régimen comunista chino alcanzaron su cénit con el desencadenamiento de la pandemia, la puesta en escena de una enfermedad de supuesta procedencia zoonótica que enmascaraba desde el principio un ataque biológico en toda regla contra la Humanidad en su conjunto. Todo ello en cooperación con determinados círculos muy influyentes pertenecientes a las clases dirigentes anglosajonas. USA, Canadá, Nueva Zelanda, Australia y Gran Bretaña difundieron, junto con la UE, la buena nueva de los confinamientos, el abandono a su suerte de los ancianos, el cierre de las actividades económicas y las seudovacunas. Un ensayo para el genocidio gradual que impone el “cambio climático” para mejor lograr la superveniencia de la especie. Así razonan, públicamente al menos, varios de los turiferarios de este simulacro. Y conectado con este tema, que nos tuvo a todos más de dos años de cabeza, resulta decisiva la siguiente información:

 “Según un nuevo informe, el FBI y los CDC no investigaron a fondo un laboratorio biológico de California operado por ciudadanos chinos que contenía peligrosos e infecciosos patógenos, varios de ellos letales. Publicado por el Select Committee de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos sobre el Partido Comunista Chino, los resultados revelan cómo ciudadanos de este país han estado realizando experimentos con varios patógenos mortales en un laboratorio biológico de Reedley, California, bajo la dirección de un chino relacionado con el gobierno comunista de Pekín.

El escándalo comenzó a destaparse en diciembre de 2022, cuando Jesalyn Harper, una agente local, se percató de una infracción del código de edificación en el exterior de las instalaciones. Al acceder, Harper descubrió que el almacén era en realidad un laboratorio. Observó viales que contenían sustancias biológicas -una de las cuales era VIH- etiquetadas en mandarín, inglés y un código sin descifrar. También descubrió 1.000 ratones de laboratorio modificados genéticamente, que más tarde se supo que habían sido «criados para simular el sistema inmunitario humano con fines de experimentación».

Tras su inspección, Harper remitió el asunto al condado de Fresno y al FBI para que siguieran investigando. Dos meses después, la agencia federal notificó a Harper que había cerrado la investigación «porque creía que no había armas de destrucción masiva en la propiedad». Harper y los funcionarios locales tomaron la iniciativa de continuar su investigación. Tras obtener una orden judicial, registraron el Reedley Biolab el 16 de marzo, en el que «observaron muestras de sangre, tejidos y otros fluidos corporales y sueros; y miles de viales de fluidos sin etiquetar y material presuntamente biológico.» También descubrieron «congeladores de temperatura ultrabaja», lo que hizo temer que la instalación estuviera «almacenando agentes infecciosos in situ». También se encontraron contenedores «etiquetados con señales de peligro biológico» y armarios médicos que contenían «lo que las autoridades identificaron posteriormente como productos químicos altamente inflamables, explosivos y corrosivos». Más tarde se determinó que el laboratorio era propiedad y estaba gestionado por Universal Meditech Inc. (UMI), una empresa controlada por «Jesse» Zhu, un ciudadano chino «asociado con empresas vinculadas al gobierno [de la República Popular China]» que está buscado en Canadá por «desacato, donde fue sentenciado a pagar 330 millones de dólares canadienses de multa por robar propiedad intelectual estadounidense». Al entrar ilegalmente en Estados Unidos con el nombre de David He, Zhu «creó una nueva red de empresas» y, al parecer, ha adquirido «miles de viales etiquetados como patógenos peligrosos, así como costosos equipos médicos».

Antes de llegar a Norteamérica, Zhu trabajó en empresas vinculadas al gobierno comunista chino y recibió pagos por un total de más de 1,3 millones de dólares de bancos de la República Popular durante los años que estuvo vendiendo productos científicos fraudulentos. Zhu fue finalmente detenido por agentes federales el mes pasado, acusado de «fabricar y distribuir productos sanitarios con marcas falsas» y de mentir a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).

Pero no fue sólo el FBI quien desestimó las preocupaciones de las autoridades locales sobre el laboratorio de Reedley. Los funcionarios del condado de Fresno pasaron meses intentando ponerse en contacto con el CDC, que «se negó a hablar con ellos y, en varias ocasiones… les colgó en mitad de la conversación». La agencia sanitaria federal no respondió hasta que que el congresista demócrata Jim Costa intervino en su nombre.”

Algo huele a podrido en California, no solo por los abundantes sin techo que decoran la calles de San Francisco con sus heces y que han sido retirados en un santiamén con ocasión de la visita del líder comunista chino para encontrarse con el presidente de los Estados Unidos. Tras la visita de su gobernador Gavin Newsom a China comunista, hace un par de meses, presuntamente para venderle a Xi el cambio climático con sus exigencias de decrecimiento, se ha producido la llegada del mismo Xi para entrevistarse con el presidente Biden.

Este asunto requiere más espacio pero hay que destacar la supuesta metedura de pata de Biden respondiendo a un periodista, que consignamos al principio del articulo, y que no dejó nada contento a Antony Blinken:el Secretario de Estado. Tras las reuniones oficiales hubo una congregación de líderes empresariales norteamericanos, con alguna llamativa ausencia, que tuvieron un banquete fraternal con el presidente chino.

El representante Mike Gallagher (republicano de Wisconsin), presidente del Select Committee sobre China de la Cámara de Representantes de quien hemos hablado con anterioridad, exigió que los patrocinadores del acto -el Comité Nacional sobre las Relaciones entre Estados Unidos y China y el Consejo Empresarial Estados Unidos-China- dieran a conocer los nombres de los más de 300 participantes que asistieron, algunos de los cuales estuvieron dispuestos a desembolsar hasta 40.000 dólares por sentarse a la mesa del presidente Xi. Es inconcebible que los estadounidenses desembolsen grandes sumas para celebrar un régimen que está cometiendo un «genocidio contra millones de hombres, mujeres y niños inocentes en Xinjiang», declaró Gallagher al Wall Street Journal.

“Planet Earth is big enough”. La Tierra es bastante grande para todos.

Xi. (XI)

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